REFLEXIONANDO
NECESITAMOS UNA NUEVA CONCEPCIÓN FILOSÓFICA
Danilo Aguilar Segura
Los niños, adolescentes y jóvenes del pueblo necesitamos una buena formación filosóficocientífica, que nos sirva para conocer, comprender y transformar la realidad. La importancia de la filosofía radica en el desarrollo de la capacidad de pensar y explicar el por qué de las cosas, valiéndonos del conocimiento científico: el mayor constructo de los hombres. El problema fundamental de la filosofía es determinar quienes primer: la materia o el espíritu, la idea o el cerebro, el hombre o el pensamiento. Con la prioridad de una de estas alternativas empieza nuestra concepción filosófica que nos convierte en materialistas, si respondemos que primero es la materia, el cerebro o el hombre, o en idealistas si priorizamos el espíritu, la idea o el pensamiento. Tarea muy difícil si no tenemos maestros que medien en este proceso. La mayoría de nosotros, influidos por la religión y los intereses de las clases dominantes, nos hemos convertido en idealistas y en fanáticos defensores de supersticiones, falsedades y mentiras que nos hacen sumisos, conformistas e ignorantes, condiciones que son aprovechadas por los grupos sociales dominantes, para explotarnos y controlarnos.
Los estudiantes de educación superior, sobretodo, los estudiantes de pedagogía o futuro científicos de la educación debemos rechazar al idealismo, porque es anticientífico o defensor de la ignorancia; niega la posibilidad del conocimiento científico (agnosticismo), separa la esencia del fenómeno considera que las cosas y el mundo están estáticos o inmóviles, negando con ello la posibilidad de cambio y transformación de la sociedad, presenta la realidad deformada, falsa o distorsionada para no conocerla, separa el pensamiento o conciencia del hombre, es un medio o instrumento de control social, haciéndonos sumisos, pesimistas, conformista y mediocres. El idealismo justifica la explotación y la pobreza social, engañándonos que son castigos de los dioses, se oponen al progreso de los pueblos y prolonga el sufrimiento, la explotación y la marginación de las mayorías y defiende a los inmorales (injustos, corruptos y estafadores).
Sin formación científicofilosófica no tendremos conciencia de nosotros mismos ni comprenderemos lo que hacemos. ¡Maestros, asuman su rol como científicos de la educación y sus hijos ya no serán como nosotros!
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